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Mostrando entradas de noviembre, 2020

blanco (viaje guiado activador de endorfinas)

Busca un lugar cómodo. Relajate y empezá a respirar hondo. Respiración lenta, profunda y silenciosa Concentrate unos minutos en tu respiración. Dejate llevar por ella. No fuerces nada. Relaja los pies, la mandíbula, el cuello, la piel. Dejate llevar por la gravedad Cerra los ojos, sé consciente de tu respiración y ahora si déjate llevar…… -----  Abrís los ojos y solo ves una ventana circular de avión pasando por una nube, la ciudad desde arriba parece chiquita, de juguete. Los dedos de los pies se te estremecen por el frío del aire acondicionado. Volvés a cerrar los ojos y te dormitas como podes en ese asiento de cuero. Te levanta la típica voz de los tripulantes y llegas a destino (ese destino). Los nervios te consumen (nervios lindos). El uber te deja en la puerta de lo que va a ser tu nuevo hogar. Ciudad gris, antigua, pero hermosa a su manera. Subís por ese ascensor viejo, de esos que tienen rejas. Y ahí la ves, la puerta, tu puerta. Buscas la llavecita en el bo...

verde (viaje guiado activador de endorfinas)

Busca un lugar cómodo. Relajate y empezá a respirar hondo. Respiración lenta, profunda y silenciosa Concentrate unos minutos en tu respiración. Dejate llevar por ella. No fuerces nada. Relaja los pies, la mandíbula, el cuello, la piel. Dejate llevar por la gravedad Cerra los ojos, sé consciente de tu respiración y ahora si déjate llevar…… ------ Abrís los ojos y ves como si fuese salida de un cuadro una gran postal de pinos verde intenso, de corteza ruda, áspera. El cielo gris y el aroma a petricor. Las plantas de menta bailan junto al primer rocío de la mañana y la tierra mojada se pierde entre la niebla. Tu cuerpo casi desmayado de placer se balancea en la hamaca paraguaya. Golpizas de viento fresco y puro en todas partes haciendo que acurruques tus piernas con el pantalón cómodo de pijama y guardes las manos adentro de los puños del suéter. A la música la da una orquesta de grillitos y todavía se pueden ver las ultimas luciérnagas llenas de insomnio. Y como por arte de magia, esa pe...

rabieta.

Foro de intercambio/ psicología 20 de Septiembre de 2018 a las :33 user23515447 Ayuda, me obsesiono con todo Me llamo Tatiana, Tengo 16 y soy de leo, tengo ascendente y luna en leo también, por eso debo ser tan fan de los leones.Tengo ojos miel casi verdes, soy de tez morena por mis papás descendientes de árabes, y la melena negra y salvaje. A la edad de 11 o 12 por ahí, me detectaron ansiedad, despersonalización y desrealización entre otras cosas. Mi psicóloga es como una hiena, me da miedo, le huyo, no le cuento mis avances ni mis retrocesos. Hoy quería preguntar algo.  Me obsesiono de manera irracional con las cosas, por ejemplo con las películas, personajes de series, etcétera.  Me obsesiono tanto que termino actuando como ellos e imito sus expresiones y todo eso. Hay algo que me pasa hace un par de meses (aviso, no se lo conté a mi psicóloga)  Me obsesioné tanto con la película del rey león, y en especial con Scar (el malo). Me empezó a gustar tanto que empecé a dese...

momentos límites.

 Consumados en lo trivial, vivimos como cuerpos inertes. Climas, olores y texturas que se asemejan a un déjà vu hacen perder nuestra capacidad de asombro. La mente inquieta idealiza modos, caminos y consecuencias que no salen del esquema de lo común. La autonomía del espíritu nos hace ruido. Cuando surge un conflicto, carecemos de soluciones y deliramos. Y al no hacer nada, lo hacemos todo. Es resistencia pasiva. Comenzamos con un desequilibrio emocional muy difícil de asimilar. Funcionamos como maquinas tan burdas que no actuamos hasta que los momentos limites nos golpean de lleno en la cara. Limite como sinónimo de barrera, que actúa como facilitadora de realidades apelando a que la persona, una vez que haya asumido la situación, apueste y descubra el sentido que ésta tiene. No somos precavidos ni atentos, evadimos la realidad como si la intuición estuviese prohibida. Somos seres apáticos, rígidos y vacíos (existencialmente). La cirscunstancia divisoria, al margen, nos sutiliza. ...

voz.

 La voz como propiedad innata de un individuo. Como lo que le da sustancia a la esencia de cada quien. La voz expresa y hace sentir. Es ritmo, se baila. Mezclada en el dialogo, acompaña al cuerpo. Te persuade y psicopatea. La voz armoniza. Las voces a mí me enamoran (tenía la voz como la de un ángel)

buen sirviente pero mal maestro.

 Romper los esquemas del sentido común nos hace sumergir en un circulo vicioso y hasta toxico donde no se puede escapar. ¿Quedarnos en la ignorancia (que se vuelve inteligencia) y gozarla? ¿O reflexionar constantemente de lo que no tiene respuesta? Porque no te desanudas el cerebro nene. Si sabemos que la libertad no existe en su totalidad, no busquemos tantos pretextos, no es un delito estar dentro de una construcción. Hagámosla simple, hagámosla corta. El cerebro es nuestra arma mortal.

el virus, acosador virtual.

warning!   “The requested URL was not found on this server.” Covid nineteen is logged in  Besos sobre tela, de cable a cable. Mensaje de texto vacío pero lleno de emoción. La pantalla es el puente del labio con labio, de acá a todos los universos. Las energías y los sentimientos también se transportan por wifi, ringtones y vistos. Alcohol etílico que borra tragos amargos. Relaciones a medio armar,que brotan y transforman. Corazones enchufados a dos veinte. Emojis que dicen. En fin la política de internet, y la pandemia amenazadora. creo que mi amor todavía está en modo avión (?

sentir.

 La v de vendetta es la misma que la v de la vida, no te olvides. Nos gusta el agua caliente, que recorra cada parte de nuestro cuerpo, nos gusta estar cerca del fuego, ver el sol hasta quedarnos ciegos, pegarle a la pared para expulsar la ira, quedarnos desnudos frente a la ducha hasta temblar del frío  nos gusta porque nos quema, nos hace sentir vivos. Queremos manejar los trebejos del universo, peón, alfil, torre y caballo  Nos encanta conocer cada movimiento y tenerlo bajo control El opus dei salió de la peste Infinitas e incomprensibles leyes del azar  ¿Quién se supone que somos?  Dame algo drástico, piel con piel, sexo, orgasmo, ojos cerrados y el suspiro de la cuasi infinitud y la vasta petit mort.  Como nos gusta tomar decisiones con el cerebro fundido de calor, impulsivas. Porque nos hacen sentir el peligro, en cada fibra de nuestro cuerpo.  Porque sabemos que no tienen fin y son difíciles de revertir Nos gusta fumar, tatuarnos,manejar a toda ...

brando.

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Brando. A Brando lo encuentro ácido y enigmático. Vive en el entrepiso de un edificio viejo con un aire europeo y un color precámbrico.  Está solo (con sus auriculares y la música)  Los domingos se levanta de la cama después de leer al menos tres páginas de su libro de arte preferido, se pone la boina para no tener que peinarse y busca un vaso de chapa, le agrega tres hielos y se sirve el té. Va hasta la ventana con la infusión en la mano derecha y un armado en la izquierda. Siempre se queda admirando como la vecina de enfrente cuida sus plantas. Pareciera que les habla, que las quiere, que las flores la escuchan. Siempre la observa con mirada abstraída. Ya le conoce toda la rutina, es como si la ventana fuese su televisión y la vida de su vecina su programa favorito. (a mí me parece que no es de psicópata) Siempre se divierte en la cocina, tiene un par de libros y el típico cuadernito escrito a mano con recetas fuera de lo común.  Disfruta sentir las texturas bailando en...

malena.

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 Malena. ¿Sera que en este mundo ya no existe la felicidad?, ¿tan realistas son los seres humanos?. Parecen masoquistas te juro, con lo lindo que es alimentar el imaginario y volar de vez en cuando. Entonces hablemos de Malena, a ver si cambias de color un poco. Era un día nublado, de esos que están cubiertos por la niebla, y en el medio de la nada, en una cabaña de madera, se sentía el frío cruel. Al frente del calefón,  estaba tocándose el pelo, reflejada por la brújula del termostato, no levantaba ni una sonrisa, no hacía ni una mueca, cara de póker Malena, media pila. Las típicas frazadas del armario de la abuela, repletas de pelotitas de naftalina y un par de hojas de otoño, ahí estaba ella, envuelta, con las uñas despintadas, el vestido con cuello, y los labios hinchados. Ponía un blues en la radio casetera, la de toda la vida, con el volumen a diez mientras abría la canilla para llenar la bañera. La ventana empañada era una postal llena de pinos verde oscuros, una que o...