medio voyeur.

 Últimamente estoy tratando de definir algunos aspectos de mi vida que nunca había criticado. 

En cierta parte me parece divertido  el ejercicio de buscar cosas dentro de mí y cuestionarlas, o simplemente saber de donde vienen, a donde van y como al fin y al  cabo, me definen. 

Hay una que estuvo dando vueltas en mi cabeza en estos días de cambio.

Mirar. 

Desde que tengo memoria, es mi pasatiempo favorito. 

No se si existe un adjetivo exacto de lo que quiero hacerte entender. Una especie de mirador

De los cinco sentidos, es el que mas acentuado tengo. Y no es porque tenga buena vista, te lo aseguro (quizá tengan que recetarme anteojos, pero inconscientemente me rehúso)

Ver  no es lo mismo que mirar, mirar es subjetivo, cada uno mira especial.

Diferente.

Y yo lo disfruto, más aún estando en silencio. Con el cuello torcido y la cabeza apoyada en la ventanilla del colectivo, miro para afuera. Miro para afuera, y creo sentidos, entretejo escenas y posibles escenarios. 

Le pongo nombres a algunas personas, les invento problemas y rutinas.

Miro porque mirar me completa.

Miro para afuera porque, tal vez no quiera mirar para adentro, no quiera mirarme.

Miro para no sentirme vacío, entonces.

Casi una forma de apropiarme de la vida externa, y usar a los demás como un propio respirador.

Mirada periférica.

No sabía que mirar podía darme miedo.

Pero me sigue apasionando, entrenar los ojos para saber que mirar, y como mirarlo, para saber que cosa rescatar de ahí, y que embellecer. 

Soy un gran mirador externo, y me enorgullece.

pero uno siempre esta disconforme, ¿Cómo sería si fuese un gran mirador interno?

Ayudame a responder.


Comentarios

Entradas populares de este blog

cosas que pienso mientras me hago el dormido.

mi lugar en el mundo (impostado e infértil).

el poder del puñoyletra.