el taxista disléxico.

 Y el título delata la ambigüedad del mundo.

¿Quién dice que no puede existir un chofer que no distingue diestra y siniestra?

No es tan difícil, en la próxima a la derecha! 

De chico leí un libro que me tenía loco, "El asesino hipocondríaco" parece chiste, que un asesino serial sea tan hipocondríaco y empático que sienta como sufren sus propias victimas.

Es que todo es tan inexplicable y dinámico. Nunca sabemos con que vamos a toparnos.

Lo que si sé es que si me vuelve a tocar un taxista disléxico voy a  regalarle un ramo de flores. 

Hay que atreverse a afrontar batallas internas día a día.

Por lo menos yo, lo valoro. 

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